Hace siete meses, el sistema público de salud anunció que el Tratamiento de Reproducción Asistida de Alta Complejidad o Fertilización In Vitro (FIV) iba a ser una realidad en la región de Valparaíso, a través del Programa de Pago Asociado al Diagnóstico (PAD). Fue así como a comienzos de enero que la Clínica de la Mujer de Viña del Mar logró la resolución para otorgarle este beneficio a cerca de un millón y medio de pacientes que pertenecen al Fondo Nacional de Salud (Fonasa).
Carolina Cabello (33), profesora de educación diferencial de Limache, ha sido una de las primeras beneficiadas con esta iniciativa. Junto a su pareja ya tienen un pequeño de 7 años, pero en la búsqueda de su segundo hijo se encontraron con una inusual sorpresa. «Somos un caso de infertilidad secundaria, que por lo que nos explicaron, es algo muy extraño y difícil de tratar, ya que es impreciso saber por donde atacar», contó la educadora.
Por lo anterior, hace tres años empezaron a buscar ayuda. «Los primeros especialistas eran fríos con nosotros, nos veían como un número más. Luego de cuatro intentos de inseminaciones intrauterinas, salió la opción de la FIV, que daba más chances, pero no estaba a nuestro alcance económico», relató la educadora.
En ese proceso, la limachina vio una publicidad en Instagram del PAD en la Clínica de la Mujer y averiguó si cumplía con los requisitos. «Nos han tratado excelente, todo el equipo médico y del recinto en general es muy cálido», manifestó.
Jennifer O., otra beneficiaria de La Calera, está muy conforme con el proceso. «Han hecho un gran seguimiento con nosotros, no nos dejan solos en ninguna etapa del proceso. El convenio PAD nos ayudó un montón, ya que si bien no deja de ser un gasto, termina siendo mucho más accesible. Estamos muy contentos y ansioso junto a mi pareja», comentó la paciente, que se encuentra en la etapa de aspiración folicular.
Sujeto a evaluación
El PAD es un paquete de atención que le permite a la mujer con diagnóstico de infertilidad, realizar un proceso de FIV completo. Para acceder a él, la paciente debe ser beneficiaria Fonasa (letras B, C o D). Lo mismo el hombre, quien también puede optar al programa por Isapre o un particular.
El director médico de la Clínica de la Mujer, doctor Patricio Masoli, explicó que para optimizar los recursos cubiertos por Fonasa, «es imprescindible tener buenos resultados en beneficio de las parejas que buscan un embarazo, por lo que cada caso que postule al programa será sujeto a evaluación médica por parte del equipo de especialistas en Medicina Reproductiva de la Clínica». Este equipo será el que definirá si las parejas postulantes cuentan con las condiciones clínicas óptimas para la ejecución de este tipo de tratamiento.
El doctor Masoli, a su vez, se refirió a la responsabilidad con los pacientes que llegan en busca de ayuda. «Tenemos que velar por nuestros buenos resultados, no sólo por un tema de prestigio internacional, sino que principalmente por nuestras parejas. La búsqueda de un hijo que no llega es un desgaste emocional y económico grande por eso debemos ser responsables en ofrecer un tratamiento eficiente que permita culminar con un bebé en casa», manifestó.
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